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Los reyes malditos
La guerra de Cien Años
Herencias
La guerra de Cien Años es en realidad una sucesión de guerras y conflictos locales que sacudió la Europa Occidental en un período tradicionalmente considerado como yendo de 1337 a 1453. Tuvo sus orígenes en unas tensiones a veces antiguas, a saber:
el conflicto dinástico francés, resultante del fín de los Capetos directos (a la muerte de Carlos IV el Hermoso en 1328),
la economía naciente (en particular, en Flandes, Inglaterra y Francia) y los medios de presión que ofrecía entre estados,
una lucha de influencias entre Franceses e Ingleses en Flandes y Aquitania.
A estas tensiones se añadieron conflictos locales como las guerras ibéricas (Castilla, Aragón, Portugal) en los años 1350-1380, dónde intervinieron Franceses, Ingleses y Navarros.
Las alianzas cambiaron constantemente y el siglo XIV fue un ejemplo de inversiones de alianzas. Sin embargo, podemos distinguir dos principales ejes :
Por una parte, el eje francés:
El reino de Francia,
El reino de Castilla, una vez Pedro "el Cruel" derribado por Enrique II de Trastámara (1366, 1369), siendo este último aliado del rey de Francia Carlos V,
El reino de Escocia, que el rey de Francia Felipe VI de Valois se alió a partir de los años 1330 para mejor oponerse a los Ingleses,
El reino de Aragón, neutro durante mucho tiempo, pero que se inclinó del lado Francés en los años 1360.
En Bretaña, entonces en plena guerra de sucesión interna, los partidarios de Carlos de Blois, emparentado con la familia real francesa.
Por otra parte, el eje anglo-navarro:
El reino de Inglaterra, cuyo rey Eduardo III se negó desde 1337 a prestar homenaje al rey de Francia y pretendió a la Corona de Francia,
El reino de Navarra, cuyo rey Carlos II llamdo "el Malo" consideraba también tener derechos a la Corona de Francia, y era además deudor de los reyes de Francia. Se volvió naturalmente aliado de los Ingleses y enemigo de los Franceses.
El reino de Portugal, enemigo de los Castellanos que pretendían anexarlo.
En Bretaña, los partidarios de Juan de Montfort, ayudado por los Ingleses y los Navarros (contratará matrimonio con Juana de Navarra, hija de Carlos II).
Los Papas fueron favorables a veces al uno u otro de los partidos, y a veces fueron neutros, intentando promover la paz en Europa. A partir del Cisma de Occidente de 1378, los papas de Roma fueron reconocidos por Inglaterra, y los papas de Aviñón (de origen francesa, futuros antipapas) fueron reconocidos por Francia y Escocia y también por Castilla, Aragón y Navarra (a partir de 1390, pues Carlos II no tomó nunca partido hasta su muerte).
Los Historiadores suelen fijar en 1337 el principio de la guerra, cuando el rey Eduardo III de Inglaterra se negó a prestar homenaje al rey de Francia Felipe VI de Valois para Aquitania, que tenía de sus antepasados. Afirmaba que, como rey, no tenía que prestar homenaje al hijo de un conde (Felipe VI de Valois, heredero colateral de los últimos Capetos, no era más que el hijo del conde Carlos de Valois, mientras que Eduardo III era hijo de Eduardo II y de Isabel de Francia, ella misma hija del rey Luis X). Otra razón es la competición económica entre Francia e Inglaterra particularmente en Flandes.
Al principio, los Ingleses consiguen algunas victorias : l'Ecluse (1340), Saint-Omer (1340), Crécy (26 de agosto de 1346). En 1346, los Ingleses hacen preso al rey de Escocia David II (batalla de Neville's Cross).
La gran peste de 1347-1348 interrumpe las hostilidades.
En 1355, el duque de Lancaster (hijo de Eduardo III) lanza una cabalgada en Francia.
En 1356, Felipe de Navarra y el duque de Lancaster proceden a una nueva cabalgada en Normandía como consecuencia de la detención de Carlos II de Navarra por Juan II. Luego, el príncipe de gales cabalga desde Aquitania y vence a los Franceses en la batalla Poitiers (19 de septiembre de 1356).
A partir de 1358, Francia entra en una fáse de caos debido a la impotencia de la familia real (Juan II es prisionero de los Ingleses y el delfín Carlos politicamente impotente), la agitación interior y la inseguridad general. En 1358-1360, Francia es recorrida por compañías inglesas, navarras y por bandoleros independientes pero reclamándose de éstos. Eduardo III dirige una cabalgada en Francia en 1359-1360, que vuelve mal. La paz entre Francia e Inglaterra se firma en Brétigny (1360).
Durante estos años, numerosas compañías de mercenarios desmovilizados recorren Francia y devastan el país. En 1362, vencen incluso al ejército francés en Brignais.
En 1364, el rey de Francia Juan II muere en cautividad en Londres, y Carlos V le sucede. Con Du Guesclin (llamado entonces Beltrán Claquín en España), futuro condestable de Francia, deshace las tropas navarras e inglesas en Cocherel cerca de Evreux (16 de mayo de 1364).
Liberado mediante un importante tributo, Du Guesclin es enviado por Carlos V a Castilla en 1365 para ayudar al conde Enrique de Trastámara a apoderarse del trono de su hermanastro Pedro "el Cruel". Para Carlos V, es también la ocasión de deshacerse de las compañías de tunantes que infestan Francia, desplazándoles a España. Enrique de Trastámara llega a ser rey de Castilla en abril de 1366, bajo el nombre de Enrique II.
Pero Pedro I° no se reconoce vencido. Se alia con los Ingleses y con Carlos II de Navarra para reconquistar su trono. Enrique II, en busca de apoyos, se alia con los Franceses, y también con Carlos II. Enrique II a su vez es vencido por los partidarios de Pedro I° "el Cruel" y por los Ingleses en Nájera (3 de abril de 1367), dónde Du Guesclin está una vez más hecho preso. Carlos II, a quién Pedro I° como Enrique II habían prometido Alava y Guipuzcoa, los invade sin esperar más (1368). Por último, Enrique II asesina a Pedro I° en Montiel (1369). Esta llegada al trono de Castilla del aliado de los Franceses firma la retirada de éstos del teatro español.
El rey de Francia Carlos V decide entonces atacar la Aquitania inglesa. Los Ingleses pierden poco a poco su territorio. En 1378, los Ingleses ya no son peligrosos y han retrocedido, Eduardo III ha muerto (1377), su sucesor Ricardo II es demasiado joven, e Inglaterra conoce importantes disensiones internas.
En abril de 1378, Carlos V decide conquistar las tierras francesas del rey de Navarra. En paralelo, Enrique II de Castilla ataca el reino de Navarra. Carlos II ve sus tierras normandas ocupadas y, en España, tiene que firmar con Enrique II el Tratado de paz de Briones (31 marzo de 1379).
En 1383, la muerte del rey Fernando I° abre una sucesión dinástica en Portugal. Los herederos son en principio Juan I° de Castilla (hijo de Enrique II) y Beatriz, hija de Fernando I°. Juan de Aviz, hermano bastardo de Fernando I° no lo acepta, lo que conduce a los Castellanos a entrar en guerra en Portugal (1384), ayudados de los Navarros y de caballeros franceses. Pero Castellanos y Franceses son derrotados en Aljubarrota (1385), siendo invencidos los Navarros porque tenían demasiado retraso para llegar a tiempo…
Así se acaba la primera fase de la guerra de Cien Años. La guerra reanudará a principios
del siglo XV entre Franceses e Ingleses. Se acabará en 1453 con la batalla de
Castillon y la derrota de los Ingleses, y en octubre de
1453 con la caída de Burdeos, antigua capital inglesa de Aquitania.
La biografía de Carlos II de
Navarra
es disponible (2015, 530 páginas, 21x15 cm, con arboles
genealógicos, retratos, esquemas explicativos,
mapas geográficos e ilustraciones). Libro en francés. Copyright Bruno Ramírez de
Palacios 2014-2023